La quiropráctica es una práctica de salud centrada en el diagnóstico, tratamiento y prevención de trastornos mecánicos del sistema musculoesquelético, especialmente la columna vertebral. Utiliza ajustes manuales para corregir desalineaciones de la columna, mejorar la función nerviosa y aliviar el dolor.

¿Es seguro? Sí, la quiropráctica generalmente se considera segura cuando la realizan profesionales calificados. Los estudios muestran que los riesgos son bajos, especialmente en comparación con los tratamientos invasivos o la toma de medicamentos para el dolor crónico.

La atención quiropráctica puede ayudar a aliviar el dolor de espalda ajustando la columna para corregir desalineaciones, reduciendo la presión sobre los nervios y mejorando la movilidad. Técnicas como ajustes articulares, liberación miofascial y punción seca son comunes.

La quiropráctica ayuda a mejorar la movilidad y la función nerviosa al corregir desalineaciones de la columna, lo que reduce la presión sobre los nervios, restaura el rango de movimiento de las articulaciones y mejora la comunicación entre el cerebro y el cuerpo.

El número de sesiones varía según la condición del paciente y la respuesta al tratamiento. Algunos pacientes pueden sentir alivio después de unas pocas sesiones, mientras que otros pueden requerir un tratamiento más prolongado.

Los ajustes quiroprácticos generalmente no son dolorosos. Los pacientes pueden experimentar una leve molestia o una sensación de estallido, pero esto suele ir seguido de un alivio inmediato del dolor.

Sí, la quiropráctica puede tratar una variedad de afecciones, incluido dolor de cuello, dolores de cabeza, ciática, problemas posturales e incluso afecciones como hernias discales y tendinitis.

Durante una consulta, su quiropráctico realizará una evaluación completa, que puede incluir un historial médico, un examen físico y, en algunos casos, pruebas de diagnóstico por imágenes. Basándose en la evaluación, el quiropráctico crea un plan de tratamiento personalizado que puede incluir ajustes manuales, ejercicios y otras técnicas.

En la mayoría de los casos, no es necesaria la derivación de un médico para ver a un quiropráctico. Sin embargo, siempre es una buena idea consultar con su proveedor de seguro de salud, ya que algunas pólizas pueden tener requisitos específicos.

Los resultados pueden variar. Muchos pacientes experimentan un alivio duradero, especialmente cuando combinan la quiropráctica con ejercicio y cambios en el estilo de vida. Sin embargo, algunas enfermedades crónicas pueden requerir un mantenimiento regular.

Sí, la quiropráctica se puede adaptar para tratar a pacientes de todas las edades. Los quiroprácticos utilizan técnicas suaves y específicas para satisfacer las necesidades de los niños y los ancianos, garantizando seguridad y eficacia.